domingo, 3 de febrero de 2013

El Gaucho Martin Fierro Capitulo 8:


El Gaucho Martin Fierro
Capitulo 8:
    Otra vez en un boliche
    estaba haciendo la tarde;
    cayó un gaucho que hacia alarde
    de guapo y peliador;
    a la llegada metió
    el pingo hasta la ramada,
    y yó sin decirle nada
    me quedé en el mostrador.

    Era un terne de aquel pago
    que naides lo reprendía,
    que sus enriedos tenía
    con el señor comendante;
    y como era protegido,
    andaba muy entonao,
    y a cualquier desgraciao
    lo llevaba por delante.

    !Ah pobre! si el mismo creiba
    que la vida le sobraba;
    ninguno diría que andaba
    aguaitandolo la muerte.
    pero ansí pasa en el mundo,
    es ansí la triste vida:
    pa todos esta escondida
    la güena o la mala suerte.

    Se tiró al suelo; al dentrar
    e dio un empellon a un vasco,
    y me alargó un medio frasco
    diciendo: -Beba cuñao.-
    -Por su hermana-, contesté.
    -Que por la mia no hay cuidao.-

    -!Ah, gaucho!, me respondió;
    -De que pago será crioyo?
    lo andará buscando el hoyo?
    deberá tener gutilde;en cuero?
    pero ande bala este toro
    no bala ningún ternero.

    Y ya salimos trenzaos
    porque el hombre no era lerdo,
    mas como el tino no pierdo,
    y soy medio ligerón,
    le dejé mostrando el sebo
    de un revez con el facón.

    Y como con la justicia
    no andaba bien por allí,
    cuanto pataliar lo ví,
    y el pulpero pegó el grito,
    ya pa el palenque salí
    como haciendome chiquito.

    Monté y me encomendé a Dios,
    rumbiando para otro pago,
    que el gaucho que llaman vago
    no puede tener querencia,
    y ansí de estrago en estrago
    vive llorando la ausencia.

    El andaba siempre juyendo,
    siempre pobre y perseguido,
    no tiene cueva ni nido
    como si juera maldito;
    porque el ser gaucho... !barajo!,
    el ser gaucho es un delito.

    Es como el patrio de posta;
    lo larga este, aquel lo toma,
    nunca se acaba la broma;
    dende chico se parece
    al arbolito que crece
    desamparao en la loma.

    Le echan la agua del bautismo
    aquel que nació en la selva;
    -busca madre que te envuelva-,
    le dice el flaire y lo larga.
    y dentra a cruzar el mundo
    como burro con la carga.

    Y se cria viviendo al viento
    como oveja sin trasquila;
    mientras su padre en las filas
    anda sirviendo al gobierno,
    aunque tirite en invierno,
    naides lo ampara ni asila.

    Le llaman -gaucho mamao-
    si lo pillan divertido,
    y que es mal entretenido
    si en un baile lo sorprienden;
    hace mal si se defiende
    y si nó, se ve... fundido.

    No tiene hijos ni mujer,
    ni amigos ni protetores,
    pues todos son sus señores
    sin que ninguno lo ampare:
    tiene la suerte del güey,
    y donde irá el güey que no are?

    Su casa es el pajonal,
    su guarida es el desierto;
    y si de hambre medio muerto
    le echa el lazo a algun mamóm,
    lo persiguen como a plaito,
    porque es un gaucho ladrón.

    Y si de un golpe por ahi
    lo dan güelta panza arriba,
    no hay un alma compasiva
    que le rece una oración;
    tal vez como cimarrón
    en una cueva lo tiran.

    El nada gana en la paz
    y es el primero en la guerra;
    no le perdonan si yerra,
    que no saben perdonar,
    porque el gaucho en esta tierra
    solo sirve pa votar.

    Para el son los calabozos,
    para el las duras prisiones,
    en su boca no hay razones
    aunque la razon le sobre;
    que son campanas de palo
    las razones de los pobres.

    Si uno aguanta, es gaucho bruto;
    si no aguanta es gaucho malo.
    !dele azote, dele palo,
    porque es lo que el necesita!
    de todo el que nació gaucho
    esta es la suerte maldita.

    Vamos suerte, vamos juntos
    dende que juntos nacimos;
    y ya que juntos vivimos
    sin podernos dividir...
    yo abriré con mi cuchillo
    el camino pa seguir.
    Página del Martin Fierro
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